En la actualidad la situación sanitaria que existe en el medio, hace que las mujeres embarazadas experimenten un estrés constante; así como el hecho que el embarazo es un estado de inmunodepresión lo que las hace más propensas a tener algún tipo de infección y eso producir amenazas de parto pretérmino o prematuro. Por lo que hoy platicaremos de cómo ayudar a evitar estas amenazas que ponen en riesgo el bienestar del bebé.
En primer lugar es muy importante llevar un control prenatal adecuado , es decir acudir con un médico especialista desde el momento en que sabemos que estamos embarazadas, ya que se hará un interrogatorio muy amplio de los antecedentes médicos de la paciente, se solicitarán estudios de sangre, orina entre otros , para conocer el estado de salud de la futura mamá y en caso de ver algún dato de infección, dar tratamiento del mismo e iniciar multivitaminas que ayudaran a bebé con su crecimiento y desarrollo.
Una de estas multivitaminas son los ácidos grasos Omega-3, que se encuentran en alimentos como el pescado y la linaza, y en suplementos dietéticos como el aceite de pescado. Los ácidos grasos omega-3 son componentes importantes de las membranas que rodean cada célula en el organismo. El DHA es la abreviatura de ácido docosahexaenoico, forma parte de la familia de los omega-3. Se encuentra en las membranas de las células del cerebro, los ojos en las retinas y el corazón.
Los Omega-3 y el DHA se encuentran naturalmente en algunos alimentos como :
Pescado y otros mariscos (especialmente pescados grasos de agua fría, como salmón, caballa, atún, arenques, y sardinas)
Aceites de plantas (como aceite de la linaza, aceite de soja (soya) y aceite de canola)
Nueces y semillas (como semillas de linaza, de chía y nueces negras)
En un estudio muy importante hecho en el 2018 se comprobó que la ingesta de DHA o el consumo de ácidos grasos Omega - 3, parecen reducir el riesgo de parto prematuro, específicamente lo siguiente:
Reducción del parto prematuro, antes de las 37 semanas
Reducción en la muerte del recién nacido por complicaciones.
Reducción del bajo peso al nacer.
Aumento en la duración media de la gestación.
Es por ello que toda mujer embarazada debe iniciar suplementación de DHA o ácidos grasos Omega-3, e incluir en su dieta alimentos ricos en esto. Para que todo vaya muy bien con esta etapa de la maternidad y sólo te preocupes por disfrutar una de las etapas más bellas que una mujer puede experimentar.